** Origen y desarrollo temprano: **
La tortilla traza sus orígenes a la Europa medieval. Durante este período, los huevos eran un ingrediente relativamente accesible, y en tiempos de recursos limitados, las personas buscaron formas rápidas y simples de cocinarlos. Esto llevó a la práctica de batir huevos y freírlos en una sartén, formando el prototipo temprano de la tortilla. Inicialmente, las tortillas eran simples, sirvieron principalmente para satisfacer las necesidades dietéticas básicas. Fueron hechos con huevos como base y sazonados con ingredientes fácilmente disponibles como sal y pimienta.
** Evolución y popularidad en Francia: **
Del siglo XVII al XIX, la tortilla se sometió a un refinamiento en Francia. Los chefs franceses lo elevaron a un plato refinado enfatizando las técnicas culinarias y las combinaciones de ingredientes. Dominaron el control de calor para lograr un exterior dorado y crujiente mientras mantienen un interior cremoso y tierno. Se incorporaron ingredientes como queso, jamón, champiñones y cebollas, enriqueciendo su sabor y versatilidad. Omelettes se convirtió en un elemento básico tanto en cocinas y restaurantes, solidificando el clásico estilo francés. Este plato ganó el reconocimiento global a medida que la cultura gastronómica francesa se propagó.
** Diferencia global y diversificación: **
Con el tiempo, la tortilla viajó por Europa, América y Asia, adaptándose a ingredientes y gustos regionales. En España, por ejemplo, se agregaron papas para crear la icónica *Tortilla de patatas *. En Japón, se convirtió en *Omurice *, combinando una delicada estética culinaria japonesa con ingredientes como ketchup o salsas a base de tomate. Cada región infundió la tortilla con el estilo local, transformándola en un plato amado y versátil en todo el mundo.